BODAS NOCTURNAS
BODAS NOCTURNAS
Por su parte, las noches, tienen un encanto mágico, se convierten en el momento idóneo para celebrar una boda. Con la llegada de la primavera y el verano con sus cálidos vientos, son muchos quienes optan por unir sus destinos en la serenidad de la noche, en ceremonias impregnadas de glamour, diversión y pequeñas delicadezas. Pero ¿qué tenemos que tomar en cuenta?
El horario
Las ceremonias, ya sea en la iglesia o en el juzgado, suelen dar comienzo alrededor de las 6 o 7 de la tarde. De este modo, se permite que la cena se inicie a una hora adecuada, alrededor de las 21:00 horas, y que los invitados puedan desplazarse con calma y sin prisas desde el lugar de la ceremonia hasta el lugar de la celebración.
Además, de tener la oportunidad de disfrutar de una sesión de fotografías apacible, mientras los invitados se deleitan con el cóctel de bienvenida.
Esto dependerá de la estación del año, pues una boda nocturna puede celebrarse tanto al aire libre como en el interior de algún venue. Sin embargo, la condiciones climatológicas tienen que ser favorables en ambas opciones. Lo ideal es contar con opciones de salones que tengan interiores y espacios al natural donde los invitados puedan desplazarse libremente.
Iluminación
La iluminación se convierte en la aliada imprescindible en las bodas nocturnas, ya que se puede crear una atmósfera íntima y romántica. Pueden utilizar velas, letras luminosas, farolas vintage, globos que destellan y una cascada de luces en la pista de baile, etc. Las opciones son abundantes y diversas para realzar el romanticismo y la elegancia de una boda bajo las estrellas.
Por último, las bodas nocturnas ofrecen una calma apacible y ofrecen una ventaja de tiempo para ajustar últimos retoques y posibles imprevistos. Tanto los novios como los invitados disponen de un lapso suficiente para prepararse, además de que les permite capturar las fotos perfectas entre la ceremonia y la recepción.
Este tipo de bodas, continúan siendo una elección popular debido a la transición fluida desde la cena hasta el baile, en sintonía con las tradiciones nupciales.
Por su parte, las noches, tienen un encanto mágico, se convierten en el momento idóneo para celebrar una boda. Con la llegada de la primavera y el verano con sus cálidos vientos, son muchos quienes optan por unir sus destinos en la serenidad de la noche, en ceremonias impregnadas de glamour, diversión y pequeñas delicadezas. Pero ¿qué tenemos que tomar en cuenta?
El horario
Las ceremonias, ya sea en la iglesia o en el juzgado, suelen dar comienzo alrededor de las 6 o 7 de la tarde. De este modo, se permite que la cena se inicie a una hora adecuada, alrededor de las 21:00 horas, y que los invitados puedan desplazarse con calma y sin prisas desde el lugar de la ceremonia hasta el lugar de la celebración.
Además, de tener la oportunidad de disfrutar de una sesión de fotografías apacible, mientras los invitados se deleitan con el cóctel de bienvenida.
Esto dependerá de la estación del año, pues una boda nocturna puede celebrarse tanto al aire libre como en el interior de algún venue. Sin embargo, la condiciones climatológicas tienen que ser favorables en ambas opciones. Lo ideal es contar con opciones de salones que tengan interiores y espacios al natural donde los invitados puedan desplazarse libremente.
Iluminación
La iluminación se convierte en la aliada imprescindible en las bodas nocturnas, ya que se puede crear una atmósfera íntima y romántica. Pueden utilizar velas, letras luminosas, farolas vintage, globos que destellan y una cascada de luces en la pista de baile, etc. Las opciones son abundantes y diversas para realzar el romanticismo y la elegancia de una boda bajo las estrellas.
Por último, las bodas nocturnas ofrecen una calma apacible y ofrecen una ventaja de tiempo para ajustar últimos retoques y posibles imprevistos. Tanto los novios como los invitados disponen de un lapso suficiente para prepararse, además de que les permite capturar las fotos perfectas entre la ceremonia y la recepción.
Este tipo de bodas, continúan siendo una elección popular debido a la transición fluida desde la cena hasta el baile, en sintonía con las tradiciones nupciales.
Dejar un comentario