El oro rosa, la moda que no se irá.

En el 2017 empezamos a ver como en las pasarelas se lucía cada vez más este metal y ese fue el momento en el que decidió llegar para quedarse. Quizás su popularidad se le deba a la maravillosa combinación de elegancia y ternura, pues a comparación de otros metales, su color aporta calidez a las piezas y claro, no podemos negar que ante la vista la joyería habla por sí sola y solo podemos atribuirles como la verdadera perfección.
La primera vez que el oro rosa apareció fue durante la Edad Media pero no era utilizada en joyería, sino para la alquimia. Fue hasta el siglo XIX que empezaron a ganar popularidad las joyas y decoraciones fabricadas con dicho metal en Rusia, fue tan popular que por un tiempo fue conocido como oro ruso. Este metal cautivo a todo el mundo en la joyería hasta el siglo XXI, durante el 2006 tuvieron un gran impacto ante los ojos de los fabricantes pero como mencionamos antes, hasta el 2017 logró abrirse un camino ante la moda.
Como dato curioso, para obtener el oro rosa se necesita realizar una alineación con 75% de oro puro, 20% de cobre y 5% de plata. Pero es interesante saber que las diferentes alineaciones de plata y cobre producen el oro blanco, amarillo, rojo y verde. La diferencia entre el oro rosa y rojo, es que para conseguir un tono rojizo se necesita el 50% de cada metal. Incluso si se alean con compuestos metálicos podemos conseguir oro azul y morado, pero a pesar de existir diferentes colores, solo 3 lograron ser los populares.
Lo increíble de este metal es que ha roto con la barrera de género, tanto hombres como mujeres logran que la fiebre del oro rosa aumente, por lo mismo, los fabricantes se dan cuenta de que la demanda sigue creciendo y consideran que incluir este metal en otros productos aparte de la joyería es muy favorable para las ventas. Cabe destacar que es un metal que impone y es perfectamente combinable con la gama de colores.
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