El vino espumoso perfecto para el brindis.
1. Champagne
El vino espumoso por excelencia, uno de los más populares para los brindis y con características que lo colocan como el clásico de la lista. Su origen es francés y su producción exclusiva de la región de Champagne, las varietales que lo componen son la Chardonnay, Pinot noir y Meunier.
Sus delicadas y persistentes burbujas invaden la boca con elegancia, mientras que sus notas de almendra permiten disfrutarlo en el paladar. Se le puede encontrar con diferentes niveles de acidez y dulzor, por lo que se adapta a la mayoría de los gustos.
2. Prosseco
Para los que prefieren los vinos frutales, pero quieren continuar con la experiencia efervescente, este representante italiano se coloca como una fuerte opción. Se elabora con una varietal endémica de Italia llamada Glera.
Por su naturaleza frutal es una bebida altamente refrescante y ligera, ideal para las recepciones de primavera y verano. Al igual que el champagne lo podemos encontrar en diferentes estilos que determinan su contenido de azúcares y acidez.
3. Asti
Continuando con la gama italiana, el asti espumoso presenta características similares a las del prosseco, sin embargo, este cuenta con menor contenido alcohólico y mayor dulzor. El tipo de uva con el que se elabora es la Moscatel.
Esta opción es ideal para los que quieren realizar el brindis a la par de disfrutar el pastel, ya que el asti es un vino que marida fácilmente con los postres.
4. Cava
Quizá la alternativa más versátil del listado, ya que podemos encontrar una amplia clasificación de vinos que cuentan con esta denominación. Son vinos españoles elaborados con uva Macabeo, Parellada y Xarello, siguiendo la misma técnica del champagne.
A diferencia de los que ya se han mencionado, este tipo de vino puede ser encontrado desde lo más seco, hasta lo más dulce. Otra característica del cava es que no se limitan a vino blanco espumoso, sino que también hay rosados, mismos que han tomado importancia entre los espumosos.
5. Sekt
Uno de los espumosos menos conocidos y con un peculiar método de elaboración, ya que puede ser tanto hecho con uvas Riesling de Alemania, como con vinos de Francia, Italia o España. La característica que permite esta divergencia en la elaboración recae en que tiene una segunda fermentación en tanques de acero inoxidable.
Es un vino fácil de tomar, fresco y afrutado, ideal para servir a invitados que no están acostumbrados a tomar vino, así como en lugares de temperaturas elevadas.
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