Más que una herencia, el recuerdo de un amor.
Por muchos años en mi familia se ha contado la historia de un gran amor, mis bisabuelos se conocieron en los tiempos en los cuales era más importante cuidar las relaciones, que conseguir una nueva cada vez que algo no funcionaba. Por lo mismo crecí con esa idea y me he dado cuenta que actualmente la gente se rinde cuando los problemas salen a flote. Toda la vida fui super amiguero, la verdad es que prefería tener buenas amistades a tener una relación hasta que un día mi camino se cruzó con el de Sofía.
Carmen es mi mejor amiga desde la secundaria y para ser honestos la considero como la hermana que nunca tuve, ella siempre me contaba historias de cuando era niña y jugaba con su prima Sofía quién vivía en Puebla. Un día me comentó que le habían ofrecido a su prima una beca en una universidad en la Ciudad de México y que se irían a vivir juntas a un departamento, me alegré mucho por ella porque sabía lo cercanas que eran desde pequeñas.
En el mes de Junio de 2014 conocí a Sofía en una fiesta, desde el primer momento que la vi me cautivo su sonrisa y sus ojos que brillaban como si todo lo que viera fuera mágico y por supuesto, la primera vez que hablamos fue como si nos conocieramos de toda la vida. Total que aquella noche fue de las mejores y no dude en invitarla a salir para seguir conociéndonos, debo admitir que fue una ventaja que fueran primas, pues Carmen me conocía y sabía que no le haría daño.
Para no hacer el cuento largo, después de varios meses le pedí que fuera mi novia, pero claro que como en toda relación teníamos nuestras altas y bajas, pues a pesar de tener mucha química, pensamos muy distinto pero eso no quita que nos amemos como locos. Recuerdo que mis bisabuelos también la vieron dificil en algunos momentos, pero fue su perseverancia, paciencia y amor lo que los unió hasta los últimos días de su vida.
Después de varios años de relación, de risas, de peleas, pero sobre todo de amistad le voy a pedir matrimonio a Sofía con el anillo de compromiso que ha sido la herencia familiar. Fue este el lazo que unió a mis bisabuelos para formar una gran familia de la que soy parte y de la que desde hoy mi novia también lo será. Estamos acostumbrados a que si algo se rompe lo podemos reemplazar, pero el amor no funciona así, por lo que es importante que cuidemos y amemos a las personas que están a nuestro alrededor, tal y como me enseñaron mis bisabuelos.
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