Un verdadero anhelo para San Valentín.

Un verdadero anhelo para San Valentín.
En febrero se festeja una de las fechas más especiales para el amor “El día de San Valentín” y aunque su origen es un poco controversial, lo que hoy representa es de lo más hermoso; amor, amistad, sueños, anhelos y deseos y es por ello que para nuestro blog del día de hoy, les traemos la historia de Andy una de nuestras fan destacadas, que nos cuenta sobre su primer día de los enamorados con su pareja.

-Aún no llegábamos a cumplir un año pero presentía que este 14 de febrero sería diferente, llevaba con Santi casi 6 meses realmente no era mucho tiempo y aún nos estábamos conociendo. Por supuesto que me sentía muy ilusionada con él y cada vez lo quería más y más.

Santi siempre fue diferente a cualquier otro chico, tan con lo que habías salido, como aquellos que conocía. Él es sumamente sensible, romántico, atento y comprensivo. Sin embargo, aún no me anima a contarle que San Valentín para mí, era fecha de los más anhelada, siempre soñé con celebrar ese día de una manera especial, muy cliché tal vez, en un ambiente romántico, con regalos, mensajes y declaraciones de amor eterno, por ello también me aterraba.

Ninguna de mis parejas anteriores había siquiera presentado interés. Santi comentó en alguna ocasión que consideraba esta echa muy especial para una pareja por lo que me sentí segura de prepararle una sorpresa. Lo cierto es que él también preparaba una sorpresa, solo que en su caso estaba lleno de dudas y lo sufrió mucho.

Recuerdo que me contó que se preguntaba cómo quedar bien, si enviar ramos de flores ¿No sería excesivo? ¿O mejor enviarlas a casa? ¿Quizá una cena podrías ser mejor? La verdad su nerviosismo era palpable a metros, y el día de San Valentín estaba cada vez más cerca.

Andy decidió adelantarse y le preparo todo un paseo de pistas, fue temprano a casa de Santi y dejo un post en su puerta deseándole una feliz mañana, y recordándole que lo vería para comer, él supo que era su oportunidad, así que eligió una cena romántica y tomaría la carga como excusa para faltar a la comida y compensarlo con invitar la cena.

Pensé por un momento que no pasaría nada importante, le envié un obsequio por paquetería a su trabajo y él me envió un mensaje de texto diciéndome; que era maravilloso y le encantó, me recordó que nos veríamos para cenar, en la pizzería de siempre y que me llevaría un regalo, la verdad me desilusione.

Cuando él llegó traía un girasol en una maceta, era pequeño y muy bonito, me dijo este no es solo un adorno típico es una flor para que la alimentes y crezca… crezca tanto como nuestro amor. Me tomo la mano y me dijo; lista para probar mi cena, fuimos a su casa, todo fue romántico, hubo velas, mirada profundas, una declaración y una promesa de amor. Estamos por celebrar nuestro tercer San Valentín y con ello cumplir la promesa de vivir juntos echa en aquella cena.

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