Una anécdota de amor.

Una anécdota de amor.
El amor es sin duda el sentimiento más mítico e intrínseco en las relaciones personales. Es cierto que es difícil  reconocerlo cuando llega a tu vida, y más aún saber cuándo es que llego. En la obra de Charles Dickens “La vida y aventura de Nicholas Nickleby”  se recita el siguiente pasaje sobre el amor y es quizá por esto que cuando estamos enamorados sentimos la necesidad de gritarlo en especial a quién amamos.

Aunque claro confesarlo no es fácil, ya lo decía; Charles Bukowski en su poema “Pájaro Azul” por miedo o quizá por simple pena pero solemos callar. En Amore mío creemos que lo mejor es aventurarse y declarar su amor, por ello, el día de hoy decimos contarles la historia de Leonel uno de nuestros fans que envió un mensaje contando como le declaro su amor y parte de su historia con Vanessa quién ahora no solo es su novia sino el amor de su vida;

Nos conocimos tiempo atrás durante la prepa, la vi el primer día de clases y desde ese momento me gusto. Yo la encontraba muy linda y simpática, siempre sonriente, pero también lucía como una niña fresa, así que nunca pasó por mi mente que algún momento llegaríamos a hablar y sobre todo... porque enserio todos quería conocerla y hablar con ella.

Recuerdo que siempre tuvo la costumbre de sentarse al frente en todas las clases, bueno según ella quien tiempo después me contó; desde la primaria lo hacía y ¡claro, no fue la excepción! El primer día de clases, en la prepa hizo lo acostumbrado, yo aproveche y siempre traté de sentarme justo atrás de ella, quizá suena raro pero me gusta mucho percibir su aroma, en especial en esos días.

Pasó el primer semestre y no hablamos mucho.

Recuerdo que fue el día que nuestro profesor Gabo García había dejado la escuela, aquella ocasión intercambiamos opiniones sobre un trabajo que nos tocó en equipo pero éramos como 10 integrantes así que entre tantos no tenía muchos momentos para hablar con ella a solas.

Ese mismo año hubo una excursión al bosque de los árboles navideños y algo muy gracioso es que nuestro grupo era muy ñoño, así que todos nos pusimos de acuerdo para ir vestidos iguales. Ese día todo cambió, ella se acercó para pedirme una foto y por un segundo, sentí una conexión, como si lo hubiera hecho solo para romper el hielo y acercarse a mí.

Después de aquella vez, y cabe destacar que incluso las manos me sudaron por la emoción y la pena… empezamos a hablar más, y cada que podía le acompañaba hasta su casa o le esperaba a la salida, para poder pasar un tiempo con ella, porque por desgracia descubrí también que ella tenía novio.

Justo pasamos a segundo año y su gran pasión que es la fotografía nos mantuvo cercanos, esto porque nuestro grupo fue separado y no teníamos muchas clases en común, sin embargo eso no me detuvo para cada descanso subir a verla. Así que ella aprovechaba cada oportunidad para practicar fotografía conmigo como modelo o ambos, es genial porque; ahora tengo muchas fotos de una increíble artista.

Por un momento sentí que no pasaría nada entre nosotros así que decidí intentarlo con alguien más y ella siguió con su novio, intentó llevarse bien con quien andaba, pero en el fondo yo la amaba a ella. Cuando termino la prepa, las circunstancias nos distanciaron yo seguí en lo mío. termine mi relación intente otra pero nunca había algo especial. Mantuve mi contacto con ella, jamás la dejé ni la dejaré sola, cuándo terminó con su novio, ni siquiera pensé que era mi oportunidad, solo quería que no sufriera por ello y me mantuve más cerca.

El tiempo pasó y aunque siempre supe que había una conexión muy especial, nos distanciamos pero en noviembre del año pasado nos reencontramos, yo me sentía temeroso de intentar algo. Era consciente que ella no salía con nadie, pero aún así no me animaba.

Comenzamos a salir a tomar un café, pasear, acompañarla con su trabajos de la universidad y justo el 24 de diciembre ella me beso, y solo dijo; ya que no te atreves virolo, lo tenía que hacer yo.

Seguimos viendonos, visitamos el nevado juntos, por un momento ella me cuestiono, si salía con alguien, pero no era así, aunque confieso que me negué a darle un beso porque me sentía temeroso que no fuese en serio.

Salimos un tiempo sin mas que solo pasarla bien y disfrutar de nuestra compañía, sin embargo empecé a notar señales de que ella esperaba algo más, por lo que un día decidí enfrentar el reto, le invite a salir pero dando a entender que esto era con la intención de conquistarla, aceptó y así lo hicimos un par de veces más.

Sabía que debía dar el siguiente paso, ¡aceptémoslo prolongarlo mas no era la opción! por ello decidí llegar tarde, y aunque ella suele hacerlo siempre, odia que lleguen tarde y yo tengo la costumbre de hacerla enojar y contentarla con dulces, por lo que pase y compre una bolsita de panditas (sus dulces favoritos) los abrí y puse una nota dentro. Al llegar ella no estaba realmente molesta, pero igual fingí y dije; seguro estas muy molestas, toma una bolsa de panditas para que se te quite.

Los recibió y me dijo; los comeré en la universidad, pero claro que eso no era parte de mi plan-no-le respondí, por favor ábrelos y dame uno-pero si ya están abiertos-me dijo.

Igual los abrió y en ella encontró la nota donde puse una sola pregunta ¿Quieres ser mi novia? Se río y quiso hacer que no vio nada, saque la nota y me dijo; no sé leer, así que me hizo decirlo de viva voz, y su respuesta fue déjame pensarlo, pero solo fue una broma, sonrió y me dio el abrazo más largo que he vivido, mientras me abrazaba al oído me dijo un fuerte y contundente “sí” y desde entonces me siento el tipo con más suerte de esta ciudad…

Esperamos que esta historia te inspire a declararse y sobre todo comparte tu historia ya que en amore mio estamos inaugurando la dinámica del enamorado de la semana, así tu historia puede ser la siguiente en nuestro blog.

Recuerda que nuestros asesores son especialista y estarán encantados de atenderlos.


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